"Mira cuando yo estaba en la mili me robaron la gorra...así que al final yo me hice con dos. Así que lo que tienes que hacer es joder uno tú por ahí, así algún día se lo quitarán al que te lo cogió a ti y se hará justicia".
No me lo puedo creer, parte de lo mal que estamos, el materialismo que nos envuelve, el individualismo atroz que nos aisla, esa forma de valorar tan poco las cosas cuando son de los demás, la deshumanización, el no alcanzar los objetivos del milenio, todo eso ha sido posible por la gorra de la mili de mi padre robada en los sesenta y su opción cara el mal (lo cuento por estar prescrito, ojo) y todas las consecuencias cármicas....nooo, no puede ser, bueno será mi tendencia a exagerar las cosas, pero en parte si que creo que lo es.
Me niego a continuar con esta rueda del mal, en cada ocasión cada uno puede decidir quién quiere ser y yo no quiero ser el que le roba el espejo retrovisor derecho a alguien, porque cabe la posibilidad de que se lo robe en la noche de su cumpleaños, como me ha sucedido a mi, y eso no transmite ninguna buena energía, no señor.
Desde que me enganché a Me llamo Earl lo del carma es algo que me planteo, ya no porque en otra vida sea esto recompensado o aquello castigado, yo soy más enrevesado y busco otras lecturas, así que creo que se debe hacer el bien por algo más cercano, por la mente, o mejor aún por higiene mental. Si piensas negativo vives negativo, si sonries vives en un mundo más sonriente, si robas acabas desconfiando de todo, si cierras los ojos ante injusticias pues un ser injusto que te crió...
Así que sin espejo, ni tapacubos (que cayó el 30 de Diciembre) que andaré hasta nuevo aviso.
Al fin y al cabo esto es Teis, y aunque vivamos en una falsa seguridad y conford, sigue siendo el barrio donde le robaban el coche los quinquis una vez por semana a mi padre, eso si, en unos días aparecía seco de combustible dos calles más abajo!