SI CUANDO UNO DE TEIS SALE AL CAMINO PASA LO QUE PASA

OS VENIS CONMIGO?


"Definitivamente no cambias de plan, NO TIENES PLAN! Te dejas llevar para donde sople el viento..." SMS de Noé en Rumanía.
"Donde hay un deseo hay un camino" Dicho africano, Javier Reverte en Vagabundo en África.
"Be Nothing...and them you live." Krishnamurti

martes, 17 de enero de 2012

Senderos por la selva


EnlaceImagen tomada de aquí
Cuando pasaba por la calle cimbreando su cuerpo cubierto con un simple vestido de tiras blanco, todas las cabezas presentes se giraban sin poder evitarlo, casi como movidas por un resorte invisible. Daba igual que fueran cabezas de hombres o de mujeres, jóvenes, viejos, señoritos, vagamundos, policías, abuelas... aquella mujer parecía desprender algún tipo de magnetismo irresistible.
Sus andares removían algo en lo más interno de las personas, algo salvaje, oculto, como si permaneciera escondido en lo más profundo de un antiguo instinto animal.

No pocos eran los que en el pueblo alardeaban afirmando haber estado con ella, haber "domado" a esa mujer apenas por una noche. Fanfarronadas de pueblerinos, ya que los pocos que habían tocado las puertas del paraíso tropical entre aquellos muslos, aquellos escasos afortunados de saborear tan bello néctar, jamás serán capaces de olvidar aquella sensación de pura vida, de conexión animal, palpitación carnal explotando con una fuerza incontenible, deborando no sólo el cuerpo, sino el alma de quien se adentrara en tan preciado secreto. Esos pocos afortunados jamás podría verbalizar tremenda sensación, sumiéndose en un mutismo atronador. Dedicándose desde ese instante a observar y rememorar.

Graciel había nacido en una familia del barrio alto, criada con exquisita delicadeza, cuidada con esmero para ser entregada algún día a un Señor de la alta sociedad...pero en uno de sus viajes juveniles, cayó en el trópico más cálido, ese que se te impregna en la piel y ya no te lo sacas por más duchas, baños y colonias que te des. Ese trópico que explota sensual ante tus ojos llenándolo todo de colores indescriptibles, ese trópico que inunda tus fosas nasales traspasando como un sable tu cerebro y erizándote los pelos de la nuca.
En aquel viaje descubrió que su alma vibraba en vital sintonía con las almas negras de aquel lugar. Cuando bailó por primera vez en la profunda selva, rodeada de ropas blancas, de congas y yembés, de cuerpos de ébano; en aquel baile ancestral sintió explotar un volcán en su interior, volcán que jamás se volvió a apagar.

Graciel avandonó el confort conocido, su mansión se convirtió en un desierto, su familia cayó en depresión, pero ella ya no pertenecía a aquel lugar, así que se marchó a vivir en una pequeña casita junto al mar, en una tierra de palmeras, arena blanca y cielo azul.
Vivía como quería, trabajando en un pequeño restaurante de una mujer que se convertiría en su amiga, sirviendo comidas, cafés y pasteles a una panda de extasiados feligreses. La calle de ese local, sin ser la principal, se convirtió en poco tiempo en la más transitada del lugar. Todo por ver a Graciel.

Ella que siempre fue una niña preciosa colmada de alagos y cariños, cuidada con esmero por su entorno, ni percibía lo que a su alrededor generaba. Su cabeza estaba en otra parte, vivía siempre atenta al sonido del tam tam, que avisaba de una cercana reunión secreta en la selva -secreta al estilo africano-, porque aunque todo el pueblo sabía dónde era la reunión e intuían que era lo que allí sucedía, ningún no iniciado se atrevería jamás a presenciar tan sagrado ritual sin ser invitado; bajo pena de que sobre su alma cayera una maldición, de esas que puede que duren una eternidad. Nadie se mete con espiritus y santeros en esta tierra.

Así pasaban sus días, libre, sonriéndole a la vida, a cada momento exprimiendo ese instante por ser mágico e irrepetible, absorviendo de su entorno toda la belleza que esa tierra desparramaba,  convirtiendo esa belleza en lo que ella era: "la mujer".

"Niguém nasce desta ou daquela raça. Só despois nos tornamos pretos, brancos ou de outra calquer raça" (Esta frase extraido del diario de Irene y esa misma mujer de la novela Vinte e Zinco de Mía Couto me inspiraron para este texto).
La imagen es de aquí.

8 comentarios:

  1. Como dije en Oporto ha vuelto la inspiración...

    ResponderEliminar
  2. Vida Vermella

    Graciel parece ser una mujer de cuidado!
    Una especie de hechicera hermosa y lista que tiene embelesado a todos los que a ellas se acercan
    Comprendo tu inspiración Suso porque hasta aquí llega el sonido del tam - tam...

    Beijinhos :)

    pd: No se el tiempo que lleva cambiada pero hoy me he dado cuenta que has cambiado tu nota de perfil "EL MUNDO"... me gusta... tiene ritmito!

    ResponderEliminar
  3. Dan ganas de seguir leyendo más. El caso es que oí hablar o leí sobre Mía Couto pero no recuerdo dónde…
    Biquiños.

    ResponderEliminar
  4. Siempre las mujeres libres llaman más la atención...

    Besicos

    ResponderEliminar
  5. Graciel, Suso o Ion Popescu... bonito fragmento para aquel/a que llega, conoce, se empapa y evoluciona, me viene a la cabeza otro post anterior -soy negro- o similar, de todos modos un texto que creo te describe, un gran abrazo y una sonrisa Tuto!

    ResponderEliminar
  6. Vida Vermella, es que todos nos ensoñamos con Graciel, el trópico la conquistó y ella nos conquistó a nosotros, es la naturaleza que está ahí fuera, llamándonos, pidiendonos que vayamos junto a ella.

    Tampoco sé yo el tiempo que hace, lo sentí y lo escribí.
    Beijos

    Aldabra,Pues cuando escriba algo más sobre esta mujer te lo haré saber...puede que forme parte de un conjunto de relatos breves que andan rebotando en mi cabeza. Mia Couto es brutal, es un alma negra con carcasa de blanco. "Tierra sonámbula" me trasladó a Moçambique antes de ir allí.
    Bicos.

    Belén, ojalá el mundo estuviera lleno de seres libres, almas inmensas que siguen su camino en la vida con esa mágia. Besicos

    Noé, yo sólo soy uno más de los embobados por la inmensa Graciel, pero gracias por decir que me describe, y si "los negros somos así" que buena descripción.
    Un abraço y gracias por esa sonrisa!!

    ResponderEliminar
  7. Bravo por Graciel!!!! A pesar de sus orígenes, nació con la sangre templada a la espera de la llamada de lo ardiente. Supo dejarse llevar. Y no hay nada más bonito de mirar que una mujer feliz y en armonía consigo misma y con su entorno.

    Me da envidia Graciel. Blanca por fuera y mulata por dentro.

    Me ha gustado mucho, Susiño. Haberá que ir a Oporto, pois ;) Muas!!!!

    ResponderEliminar
  8. Me alegro que te haya gustado, me inspiré ne tus textos siempre con ese toque sugerente y sensual.

    Graciel se atrevio a ser lo que llevaba dentro, y es que cuando la mágia de algo es inevitable seguir eso y ser feliz...la otra alternativa es vida gris, y Graciel no es nada gris.

    Oporto es una pasada de bonito, sino lo conoces es una escapada muy recomendable!!!
    Beijinhos

    ResponderEliminar

palabras del camino

Cosas del camino...