SI CUANDO UNO DE TEIS SALE AL CAMINO PASA LO QUE PASA

OS VENIS CONMIGO?


"Definitivamente no cambias de plan, NO TIENES PLAN! Te dejas llevar para donde sople el viento..." SMS de Noé en Rumanía.
"Donde hay un deseo hay un camino" Dicho africano, Javier Reverte en Vagabundo en África.
"Be Nothing...and them you live." Krishnamurti

viernes, 22 de julio de 2011

La Guerra (qué puede hacer yo) II


viene de aquí
K: ¿Qué es lo que causa la guerra religiosa, política o económica?Es evidente que la creencia, ya sea en el nacionalismo, en una ideología o en un dogma determinado. Si en vez de creencias tuviéramos buena voluntad, amor y consideración entre nosotros, no habría guerras. Pero se nos alimenta con creencias, ideas y dogma, y por lo tanto, engendramos descontento. La presente crisis, por cierto, es de naturaleza excepcional, y nosotros, como seres humanos, o tenemos que seguir el sendero de los conflictos constantes y continuas guerras, que son el resultado de nuestra acción cotidiana, o de lo contrario ver las causas de la guerra y volverles la espalda.
Lo que causa la guerra evidentemente, es el deseo de poder, de posición, de prestigio, de dinero, como asimismo la enfermedad llamada nacionalismo -el culto de una bandera- y la enfermedad de una religión organizada, el culto de un dogma. Todo eso es causa de guerra; y si vosotros como individuos pertenecéis a cualquiera de las religiones organizadas, si sois codiciosos de poder, si sois envidiosos, forzosamente produciréis una sociedad que acabará en la destrucción.
Nuevamente: ello depende de vosotros y no de los dirigentes, no de los llamados hombres de Estado, ni de ninguno de los otros. Depende de vosotros y de mi, pero no parecemos darnos cuenta de ello. Si por una vez sintiéramos realmente la responsabilidad de nuestros propios actos, ¡qué pronto podríamos poner fin a todas estas guerras, a toda esta miseria aterradora!
Pero como veis, somos indiferentes. Comemos tres veces al día, tenemos nuestros empleos, nuestra cuenta bancaria, grande o pequeña, y decimos: “por el amor de Dios, no nos moleste, déjenos tranquilos”.

Cuanto más alta es nuestra posición, más deseamos seguridad, permanencia, tranquilidad, menos ingerencias admitimos, y más deseamos mantener las cosas fijas, como están, pero ellas no pueden mantenerse como están, porque no hay nada que mantener. Todo se desintegra. No queremos hacer frente a estas cosas, no queremos encarar el hecho de que vosotros y yo somos responsables de las guerras.
Vosotros y yo charlamos de paz, nos reunimos en conferencias, nos sentamos en torno a una mesa y discutimos; pero en nuestro fuero interno, en lo psicológico, deseamos poder y posición, y nos mueve la codicia. Intrigamos, somos nacionalistas, nos atan las creencias, los dogmas, por los cuales estaos dispuestos a morir y a destruirnos unos a otros.
El cartel es de CAYETANO ARROYO

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