Life watching in Kruger National Park, 2009 from Ecología Azul on Vimeo.
Life watching in Kruger National Park, 2009 from Ecología Azul on Vimeo.
Me ha hecho rememorar aquellos días, aquel paisaje, aquella vida salvaje que nos rodeaba e invadía por todos lados. He vuelto a releer las entradas del Kruguer, las del viaje en chapa, y otras.
He desenterrado mis cuadernos de viaje para ver que pasaba por mi cabeza en aquellos días. Gracias a la visita de Chalo paré por unos días el trabajo, el acelerón mental, el mogollón.
Este compi de aventura y yo somos totalmente diferentes, él es puro nervio, y siempre está queriendo hacer cosas, y yo soy más pausado, puede que tranquilo, para mi estar en una playa tumbado en la arena ya es hacer algo, así que nos complementamos muy bien, porque gracias a él me animo a hacer cosas y yo le recuerdo que los elefantes están muy cerca y que esos sonidos no molan nada.
La última vez que nos vimos, cuando nos fuimos a Soria, aún recordamos una anécdota sucedida en el sábado noche de Maputo. Estabamos cenando en una bocatería-bar, por la "baixa" zona centro, que yo conocía de alguna otra vez, las camareras ordenaban como con ganas de recoger, unos tipos fuera charlaban con un pedal de campeonato, uno entró a comprar más alcohol, que no hay más, le dijo la camarera más mayor, una mujer oronda, de esas gordas africanas que tienen curvas y desparraman belleza, así que el paisano, con la papa que llevaba no paraba de decir sandeces y comenzó a faltar a la camarera.
Yo observaba la escena, pues como el que observa la tele, eran mayorcitos, y de reojo veía a un Chalo que cada vez se ponía más nervioso.
Entonces sucedió, el hombre colmó la paciencia de la camarera y esta, que le sacaba como dos palmos y treinta kilos (si, el tipo era muy enclenque) comenzó a zarandearlo como si fuera un clinex.
Sólo me dió tiempo a sonreir y ver como Chalo iba para allá, no sé a qué. Me extendí en la silla, disfrutando del expectaculo y mi Laurentina preta (una cerveza negra riquiiiiiisimaaaaa). Al final todos zarandeados, Chalo incluido. Los borrachos echados, las camareras recogiendo y yo riendo.
Mi amigo estaba indignado: "Tio, no pensabas hacer nada, sólo estar ahí sentado?"
-A ver, la mujer lo tenía todo controlado, y para que voy a ir, para que me zarandeara como al borracho....y a ti... pues no. Esto es África, myfriend.
Aún sonrio al recordar la expresión de su cara.
Grandes momentos!
ResponderEliminarGracias por estos y otros.
EliminaráFRICA, ÁfRICA, CÓMO ME GUSTARÍA...BESOS VIAJERO.
ResponderEliminarÁfrica está más cerca de lo que pensamos. Besos
Eliminar:)
ResponderEliminarEspero volver a África en la próxima vida porque la hecho de menos...
Un beso Suso :)
Tan joven y ya dejando cosas para la próxima vida?
EliminarBesos
ja ja ja... yo soy como Chalo, iría a meterme en el ajo pero de cabeza y seguro que saldría mal parada... ja ja ja
ResponderEliminarbiquiños,.
Como mínimo zarandeada, pues a veces hay que observar desde fuera y dejar que las cosas sucedan sin nuestra intervención.
EliminarBicos
Lindo vídeo. Gracias por el paseo Suso.
ResponderEliminarBeijos.
Estas historias de abuelo cebolleta molan si se cuentan, sino pues no...
EliminarBeijinhos.
Qué bien os lo pasáis, Suso. he disfrutado con el vídeo.
ResponderEliminarSeguro que me emocionaría hasta las lágrimas ver a esos animales de cerca, sobre todo a los elefantes y a los grandes felinos...
En cuanto a lo que cuentas de la pelea en el bar, soy de las que me meto, y no sé como todavía no me han partido la cara. Pero ver a alguien que pega o zarandea a otro me pone salvaje, que le voy a hacer.
Muchos besos,
Que le vas a hacer, pues meterte, como no, si es lo que llevas dentro está bien así...
EliminarLos animales en estado salvaje, como las zonas verdes primarias, o bosques antiguos, nos conectan con algo muy profundo que llevamos dentro. Nos hacen más presente, más conscientes, puede que esa sea su magia.
Petons