Rumore rumore

En ocasiones se acercan a mi gentes que hablan de otras personas, en ciertos círculos de esta sociedad parece que es algo habitual. Suelo escuchar (o no) sin mostrar ningún tipo de aprobación ni desacuerdo. Me causa especial intriga la gente que habla de otros mostrando preocupación, como si su esfuerzo mental fuera a generar alguna mejoría en la situación del objeto de la conversación. Y si, uso la palabra objeto de manera consciente, pues la persona que viene hablando de otros cosifica a ese ser; negando su poder para vivir lo que sea que tenga que vivir, simplificando las situaciones y entrando en una serie de juicios del tipo: “Está fatal”, “debería esto o lo otro”, "se va a pegar un batacazo”, “le va a ir mal (o bien)”, “lo veo perdidísimo”, “va por mal camino” o “quiero que sea feliz”.

Como dice el padre de la CNV, Marshall Rosenberg: "El análisis de los otros es en realidad una expresión de nuestra porpias necesidades y valores"

Podemos llamarle rumor, chisme, cotilleo, marujeo y algunos de sus participantes en dicha actividad le denominan interés por el otro (en mi foro interno esto me plantea dudas).

Me he cruzado con verdaderos profesionales de esta actividad, que parecen dedicarle cantidades ingentes de su tiempo a hablar de otros. He tenido que arreglármelas para no entrar en su "juego", para no claudicar entregando mi energía vital; y he llegado a dos conclusiones:

- Esta energía no es creadora, sino todo lo contrario, es tóxica. Hace algún tiempo que vivo en calma intentando abstenerme de la energía procedente de hablar de gente que no está presente (con esto no me estoy refiriendo a contar anécdotas, o cosas que te involucran a ti y a otros, siempre que comentes tus observaciones sin juzgar lo que han hecho o dicho los demás).

La vida te va dando herramientas y la Comunicación no Violenta me ha dado alguna de ellas, entre otras cosas tratar de hacerme presente en cada situación e intentar expresarme desde mis sentimientos (cuando me conecto con ellos) y mis necesidades. En ocasiones he observado que el hacerme presente incita a que la persona que está delante mía también se conecte consigo, dejando de hablar de otros, disminuyendo la fuerza y vehemencia de sus palabras o simplemente callándose.

-La otra conclusión a la que he llegado es que en estas situaciones se da un intento de manipulación, me encanta la definición que da la terapia Gestáltica: "Manipulación es expresar, sin franqueza, una orden. Una conducta violatoria del otro, por cuanto le impide ejercer su voluntad con libertad, y se ve generalmente entrampado haciendo algo, sin darse cuenta si lo desea o no. El que lo manipula no se está haciendo responsable ni arriesga su relación con el otro."

Pues bien,estas personas tratan de sacar información de la manera que sea para alimentar esa “historieta”, me da la impresión de que por una necesidad no satisfecha . Trantando de involucrar cada vez a más personas. Lo que es más increíble es que ese rumor comienza a coger fuerza y más fuerza, retroalimentándose cada vez que es contado, a cualquiera se le acaba escapando en un momento de incertidumbre, ante un silencio o en un momento de desconexión, pudiendo alcanzar el punto de convertirse en real, como decía aquel:

“Si una persona te llama gallina...te pones a reir.

Si dos personas te llaman gallina...te pones a sonreir.

Si cinco personas te llaman gallina ...te pones serio.

Si veinte personas te llaman gallina...te pones enojado.

Si TODO el mundo te llama gallina...te pones un huevo.”

La única manera que he encontrado de gestionar esto es la de que esos juicios, hablares y rumores sobre otros seres acaben en mi, abro silencio, mi vida es otra cosa...