Un volcán hace choff, pongamos en Islandia, cosa nada extraña cuando esa isla está en medio y medio de la Dorsal oceánica Atlántica, y ale, toda Europa, y con ello buena parte del mundo, se paraliza...
Una amiga, la petit, estaba de visita en Vigo, con lo que el volcán le regaló unos días más y pudimos disfrutar de su sonrisa y ponernos al día de lo divino y lo humano.
Otro amigo, pongámosle L, estaba de visita aclaratoria en el camino del corazón en Suiza, así que las cenicillas le regalaron unos días más de convivio y buenaonda, gracias por compartir conmigo tus sensaciones, emociones, me enseñas mucho.
No conozco a nadie más que volara esos días, así que para mi y mis allegados las cenizas han sido una oportunidad, y la hemos aprovechado, no será que las perdidas de verdad han sido para las compañías aereas, las empresas, los aeropuertos??Pero de todo lo que ha sucedido no surge una reflexión pública, nadie se pregunta nada interesante en los medio de comunicación, no se plantean errores de este nuestro sistema de transporte, todo ha pasado. Sólo ha sido un susto.
Cuanto más lo pienso más veo que este sistema de vida, con transportes tan rápidos, con un coste energético tan elevado no es muy sostenible, nos hemos alejado del camino, pero camino real, de andar, de viajar de una forma pesada y lenta, como releo:
"Tiempo ha, cuando los hombres atravesaban el mundo a pie o a caballo o en naves, el viaje los iba acostumbrando a los cambios.
Las imágenes de la tierra se desplazaban ante sus ojos, el escenario del mundo apenas giraba. El viaje duraba semanas, meses. El hombre tenía tiempo para familiarizarse con ambientes gradualmente, poco a poco.
Antes de que el viajero de la fría Europa alcanzase el ardiente ecuador, ya había experimentado la temperatura aradable de Las Palmas, el calor de El-Mahara y el infierno de Cabo Verde.
¡Hoy no queda nada de aquellas graduaciones! El avión nos arrevata violentamente del frío glacial y de la nieve para lanzarnos, el mismo día al abismo candente del trópico". Ébano, de Ryszard Kapuscinski.
Algo nos estamos perdiendo con este ritmo rápido rápido de las cosas, qué será?
(Todos los acentos de esta entrada están dedicados a ti, Pali, gracias por mejorar-me)
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Curiosa reflexión... parafraseando a Antonio Machado: caminante no hay camino, se hace camino al andar.
ResponderEliminarSuso, veo que conseguiste meterle a la barra del titulo de la ventana el efecto corredera ese jajaja y por cierto, los peixinhos me encantan!! hasta se les pueda dar de comer!!
Pues si, y yo me paso buenos ratos echándoles miguitas de pan a mis carpiñas, je,je cual ciberaguelo, así cuando abro el blog y no hay novedad o no sé que escribir, puedo echarles de comer, me gustan, me alegro que a ti también. Y mira debe ser por tus atenciones que se han reproducido!!!
ResponderEliminarCuanto cambió todo, sí. Parece mentira tantas cosas que pasaban, no hace demasiado tiempo, de forma natural, y ahora serían impensables...
ResponderEliminarMis abuelos hicieron un viaje de más de 600 kilómetros a pié desde Carboneras a Punta del moral. Q pasada, y yo ahora cojo el coche para 100 metros...
Todo cambia, pero podemos "usar" los medios que tenemos ahora de una forma racional. Sabes que no soy nada dogmático en este aspecto.
ResponderEliminarEllos seguramente no tuvieron otra opción, la reflexión iba más bien sobre lo separados que vamos estando de lo natural, como cambiar de clima gradualmente, o caminar, a mi me encanta hacerlo despacito, observando lo que me rodea, mi respiración. Eso sólo lo puedes conseguir a pié, bueno, a veces en bici.
No seas tan dura contigo, y date un paseillo por las salinas de mi parte!!