La persecución del placer II

....Seguimos

de LA PERSECUCIÓN DLE PLACER-EL DESEO-LA PERVERSIÓN POR EL PENSAMIENTO-LA MEMORIA-EL GOZO, del libro "Libérese del pasado" Krishnamurti, Recopilación de discursos:

¿Ha notado alguna vez que cuando responde a algo de una manera total, ocn todo corazón, usa muy poco la memoria? Sólo cuando no responde a un reto ocn todo su ser hay ocnflicto, lucha, lo que produce confusión y también dolor o placer. Y la lucha genera memoria. Ésta se suma continuamente a otras, y son esos recuerdos los que responden. Todo aquello que sea resultado de la memoria es viejo y, por tanto, nunca puede ser libre. No existe la libertad de pensamiento. Eso es pura tontería.

EL pensamiento nunca es nuevo, porque es la respuesta de la memoria, de la experiencia, del conocimiento. El pensamiento, por ser del pasado, vuelve viejo lo que usted ha observado con deleite, y ha sentido tremendamente por un instante. De lo viejo deriva usted el placer, nunca de lo nuevo. No existe rel tiempo en lo nuevo.

Por tanto, si usted puede observar todo sin permitir que el placer intervenga -un rostro, un pájaro, el color de un sari, la belleza de una superficie de agua titilando al sol, o cualquier cosa que produzca deleite-, si usted lo observa sin desear repetir la experiencia, entonces no habrá dolor ni temor, porque ya no es lo que fue ayer. Usted se esfuerza por alcanzar ese goce nuevamente, no sólo para su sentido estético, sino para la misma cualidad interna de la mente, y usted se siente dolido y decepcionado porque no lo consigue.

¿Ha observado usted lo que ocurre cuando se le niega un pequeño placer? Cuando no consigue lo que quiere, se torna ansioso, envidioso, odioso. ¿Ha visto usted cuando se le ha negado el placer de beber, de fumar, del sexo o de lo que sea, ha notado cuántas batallas tienen que sostener? Pero todo esto es una forma del temor, ¿no es verdad? Usted teme no ocnseguir lo que quiere, o perder lo que tiene. Cuando alguna creencia o ideología particular que ha sostenido durante años es sacudida o arrebatada por la lógica o la vidaa, ¿no teme usted quedarse solo?

Esa creencia le ha dado satisfacción y placer durante años, y cuando se la quitan usted se queda desamparado, vacío y el temor permanece hasta que encuentra otra forma de placer, otra creencia.

Esto me parece muy sencillo, y por ser tan sencillo rehusamos ver su simplicidad. Nos gusta complicarlo todo. Cuando su esposa lo abandona, ¿no está usted celoso? ¿ No está usted enojado? ¿No odia al hombre que la ha atraído? ¿Y qué es todo esto, sino temor de perder algo que le ha dado mucho placer, compañía, cierta clase de seguridad y el gozo de la posesión?

Si usted comprende, pues, que cuando se busca el placer tiene que haber dolor, viva de esa manera si así lo quiere, pero no caiga en ello por ignorancia. Sin embargo, si quiere dar fin al placer, acabando así con el dolor, debe estar totalmente atento a toda la estructura del placer, no extirparlo como hacen los monjes y sanyasis, que nunca miran a una mujer porque piensan que es un pecado, y, por tanto, destruyen la vitalidad de su comprensión; es necesario ver el sentido y significado del placer en su totalidad. Entonces disfrutará de gran alegría en la vida. Usted no puede pensar en la alegría. La alegría es una cosa inmediata y cuando piensa en ella, la convierte en placer.

Vivir en el presente es la percepción instantánea de la belleza y gran deleite que ahí reside, sin tratar de sacar placer de todo ello.