SI CUANDO UNO DE TEIS SALE AL CAMINO PASA LO QUE PASA

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martes, 10 de agosto de 2010

El Muro de A Punta

Me comenta "el ojo que todo lo ve" (el juvileta más activo del barrio, mi padre) que A Punta, la playa de Teis, donde pasé buenos momentos de mi infancia y preadolescencia vuelve a tener arena. Se ha encargado medio ambiente de traer arena del Miño y anunciarlo a bombo y platillo para regocijo de las masas sedientas de buenas noticias.

http://www.farodevigo.es/gran-vigo/2010/08/03/punta-estira-arena-mino/461094.html

http://www.atlantico.net/noticia/107762/PlayaAPunta/

(Nota, las dos fuentes parecen contar noticias diferentes)

La historia de A Punta es un claro ejemplo de lucha de barrio y abandono por parte de los politicuchos, historia de populismo, de pan hoy y hambre para mañana, de " venga, hacer lo que sea, pero que suene bien alto".

Desde que tengo uso de razón este arenal se dividía en dos partes: una civil, mucho más pequeña y muy concurrida. La otra parte militar, reservada para deleite de los familiares de los suboficiales y oficiales de la Armada que servían y vivían en la ETEA (Escuela de Transmisiones Electrónicas de la Armada).


Ambas zonas estaban separadas por un muro de hormigón, reforzado por una valla metálica y rematado en una alambrada. Por si se nos ocurría sobrepasar este obstáculo, y que se yo, tomar el sol en el otro lado, por ejemplo, había también una garita con algún quinto puteao, no me imagino haciendo guardia allí arriba mientras la hija del Coronel toma el sol abajo, redios, bromurazo para todos.
No faltaban leyendas urbanas de disparos a buzos intrépidos y demás parafernalia. El muro era nuestro trampolín natural con marea alta, te subías al hormigón, avanzabas agarrado a la valla y zas, para el agua. Cuando la marea bajaba, podías dar la vuelta al muro andando...si querías vértelas con el quinto de la garita, claro.

Durante mucho tiempo se reclamó por parte de la asociación de vecinos, de voces polo litoral y demás movimientos de Teis A Punta como playa pública, que se abriera a todos, que se permitiera el acceso a todo el mundo...todo reclamaciones justas y una y otra vez aplazadas.
La parte "civil" la fueron arreglando, mejor o peor, los distintos gobiernos locales, rampas de subida, destierros para aparcamientos, césped para la gente, cruz roja, duchas, en fin de todo, y tanto que ha conseguido en varias ocasiones la bandera azul (desde esa no valoro para nada ese distintivo).



El caso es que llegó el anunciado día en que la Armada se fue de la ETEA, no por las reclamaciones, sino por reajustes internos, fin del servicio militar y demás. Los vecinos festejaban el fin de la injusticia, algún político oportunista llegó, se hizo la foto, se colgó la medalla y mandó a las escabadoras romper las barreras, y tirar el maldito muro...Todos se las veían felices en una playa que triplicaba su superficie en un abrir y cerrar de ojos.



El primer invierno de temporales se llevó toda todita la arena, de las dos partes ahora unidas. Ante la sorpresa de mi padre empezamos a indagar, el muro que habían tirado sin previo estudio de ningún tipo, era el que había mantenido el arenal, ya que las diversas obras cambiaron la dinámica de las corrientes en la zona, haciendo de barrera en invierno, acumulando sedimentos y protegiendo de vendavales.



Así que hoy echan arena, y se siguen haciendo fotos, ganando sonrisas, aplausos, el palco se levanta... mañana volverá a quedar vacío ese cacho de mi memoria, hasta que no vuelvan a poner el muro, eso si, ahora sin valla, sin alambrada y sin garita.

1 comentario:

  1. Por cieto, acabo de recordar, que saltando desde ese muro, a mis 15 añitos, me pegué una buena rascada con la roca, saliendo del agua echando sangre a borbotones, los de la cruz roja fliparon.
    Aii que tiempos aquellos de A Punta, con casete y cintas, jugando al asesino en circulos de 15 o 16 jóvenes, bañitos, risas y mucho barrio.

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